ELENA OCAMPO - VIGO En un segundo plano durante los cuatro días del evento, Marta Scarpellini, directora general de la feria de arte contemporáneo Espacio Atlántico, revela su valoración y confiesa frustraciones en la quinta edición de la muestra.
–¿Cuál es su valoración de la feria que cerró sus puertas anteayer en Vigo?
–Mi impresión es que hemos traído a Vigo, tanto los expositores como la propia organización, una propuesta de primer orden. Ha sido un lujo para la ciudad, con primeras galerías de España y Portugal y todas las gallegas. Nos da pena que la respuesta no ha sido lo que se merece el proyecto. Entendiendo que es un momento económicamente complicado, como decías. Pero a veces no es una cuestión monetaria, sino de apoyar y valorar el esfuerzo de los galeristas. En ciudades como Madrid, Barcelona o Basilea se aprecian. Entendemos que en Vigo no se ha valorado tanto.
–Bajó la asistencia.
– Todas las personas que han estado, aunque han sido ligeramente menos, coincidían en que los contenidos eran magníficos. Nos sentimos abandonados por algunas instituciones.
–Algunos galeristas han criticado esa falta de apoyo institucional. Lo comparte, por tanto.
–Sí. Nos debemos a nuestros expositores desde nuestra responsabilidad. Entendemos que algunas instituciones no han respondido adecuadamente. Es como invitar a tu casa a una persona, ofrecerle la mejor mesa, la mejor comida que tienes... y que luego no venga. Es complicado de asumir. Nos apena por los expositores en primer lugar, pero también por la organización.
–La Xunta apoyó el evento y fue a la inauguración, también el Puerto, ¿se está refiriendo claramente alConcello de Vigo?
–Sí. Ésa es mi pena. El Concello ha apoyado siempre el proyecto y hemos seguido la misma línea de calidad. Este año no ha habido patrocinio, pero ya no pedíamos ni eso, solo la presencia. Era una forma de valorarlo, de palabra.
–¿Peligra la continuidad de la feria?
–Nosotros no nos vamos a rendir. Creemos firmemente en el proyecto, hemos dejado mucha vida en él. Queremos que la ciudad no lo pierda y que Galicia lo disfrute. Pero necesitamos apoyo de todo el mundo en momentos de economía delicada. Seguiremos luchando para que se consolide.
–¿Se mantendrá en Vigo o se valora su traslado?
–No, no, no. Nuestro empeño es que continúe en Vigo. Creo que éste es el lugar; ha habido un factor negativo que ha sido la petición de rescate a la UE de Portugal hace tres días. Portugal tiene un papel muy importante, tanto por los coleccionistas como por los compradores . Vigo y Portugal tienen un vínculo más directo que ciudades al Norte.
–Se dice de la feria que a nivel artístico es la tercera de España, ¿por detrás de cuál la sitúa?
–Es un proyecto comparable a ARCO, salvando las distancias. La primera española de referencia naturalmente es ARCO, pero yo diría que ésta es la siguiente. La obra que se trae es similar. Parte de las que están expuestas aquí, ¡están en los museos del mundo! Independientemente de que luego se venda más o menos No es una cuestión económica. Galerías como Senda, Carles Taché, Horrach Moyá, como Noguerasblanchard... están aquí.
–Y además de responsabilizar a las instituciones, los coleccionistas de arte gallegos ¿no han reaccionado como ustedes pensaban?
–El momento es delicado. Debemos trabajar mucho y es necesario llamar a todas las puertas. En muchas de ellas nos han respondido bien. Una feria deja un poso que luego va cuajando y se ¡cierran operaciones! Tenemos suerte de contar con muchos coleccionistas que se llevan propuestas en el bolsillo. Eran 43 expositores y necesitas muchos para que todo el mundo se vaya satisfecho.
–Se dijo que Novacaixagalicia adquirió obra, que también estaban ustedes pendientes de cerrar compras para su colección, ¿me avanza alguna venta?
–Es Novacaixagalicia quien debe dar la información. Y con respecto a la colección de Espacio Atlántico, no depende del espacio expositivo del MARCO, cerraremos nuestras negociaciones, pero se concretarán más adelante.
–Mirando hacia dentro, ¿qué tiene que cambiar el arte contemporáneo en una época como la actual?
–Es verdad que cuando la economía está delicada, las propuestas de arte contemporáneo son más prudentes, no tan transgresoras. Pero creo que el arte de vanguardia es una apuesta con la que hay que convivir. Es muy nueva y cuando uno no la conoce, como la música o la literatura diferente, hay que escuchar o leer bastante.
–O sea, los ojos que miran.
–El arte contemporáneo es así. Van Gogh no se entendió. Es la labor de un CGAC o del MARCO, cuyas propuestas muchas veces no son entendidas porque son muy nuevas. Hay que educar. Si tiramos la toalla, la gente nunca se va a familiarizar. En todas las épocas no se han entendido muchos lenguajes y ha habido artistas que no han vendido en toda su vida.
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